Ponerse en manos del otro es la traducción de la palabra japonesa Omakase, una expresión usada en los restaurantes que sirven sushi en Japón.
Cuando un comensal pronuncia esa palabra quiere decir que deja en manos del chef la elección de los platos que va a degustar. Generalmente va acompañada de la expresión onegaishimasu —por favor—.
Este es un acto de total confianza en el cocinero, y él, a su vez, recompensa al cliente con una selección de preparaciones con ingredientes frescos y una mezcla de los mejores sabores.
El cliente, por su parte, debe aceptar lo que llegue a la mesa. Es el riesgo que asume al confiar en el otro, pero también la sorpresa, la aventura de vivir nuevas experiencias, con lo positivo y lo negativo que traigan para la vida.
Más allá de la mesa
Omakase, que viene del verbo makaseru —confiar— también ha permeado otras esferas, como las librerías, donde los ávidos lectores, en ocasiones, ponen en manos de los libreros las sugerencias que tengan para llevar a casa. Basta una escueta información para que el experto navegue, entre géneros y estilos, en busca del texto perfecto para sorprender a quien depositó la fe en su conocimiento y en su gusto.
En nuestro caso como impresores, en más de seis décadas hemos estado frente a muchos casos donde, sin saberlo, nuestros clientes han practicado makaseru en su relación con nosotros.
De hecho, la confianza es uno de nuestros valores principales. Nuestro fundador confió en una corazonada cuando inició esta empresa con tres máquinas en un local de unos pocos metros, y, con el pasar de los años, transmitió la confianza y la fe a empleados, proveedores, clientes y a todas las personas en general. Eso sí, confianza en doble vía. Yo confío en ti y tú en mí.
En busca de la confianza
Will Smith protagonizó unas de las películas más impactantes de los últimos años. En busca de la felicidad (The Pursuit of Happyness) nos mostró el drama de la vida real de Chris Gardner, un empleado de una firma financiera que logra salir adelante con su hijo, a pesar de múltiples vicisitudes.
En la historia, el tesón, la resiliencia, la perseverancia, la constancia y el no darse por vencido permiten que todo tenga un final feliz.
Hoy, desde Especial Impresores queremos que la confianza sea un valor en vías de recuperación. Que no nos identifiquen las frases El vivo vive del bobo o A papaya puesta, papaya partida, que exaltan el oportunismo, la astucia y la mal llamada malicia indígena.
Desde nuestro lado siempre practicamos la confianza como principio, sin fijarnos en las consecuencias ni hacer cálculos, sino de manera transparente, sincera y convencida.
Y tú, ¿practicarías omakase con nosotros? Cuéntanos qué idea tienes y nos encargamos de seleccionar lo mejor para ti.
