A finales del 2022 muchos usuarios de la suite de Adobe se sorprendieron con el siguiente mensaje que subieron a sus diferentes plataformas:
Las bibliotecas de colores precargadas estandarizadas, también conocidas como libros de colores Pantone, se van a retirar gradualmente de Illustrator, InDesign y Photoshop en las actualizaciones de software que se lancen después del 16 de agosto de 2022.
Inmediatamente, los cientos de miles de usuarios de Adobe entraron en lo que podríamos comparar con las 5 etapas del duelo de la psiquiatra Elisabeth Kübler-Ross, para representar lo que sentimos cuando tenemos una pérdida:
1. Negación: Noooooo, ¡por qué Adobe nos hace esto! 😭
2. Ira: ¿Qué pasó? ¿WTF? ¿Qué les hicimos para que nos traten así? 🤬
3. Negociación: ¿Será que lo piensan y reversan la decisión? ¿Qué tal si bajan el precio? 🙏🏽
4. Depresión: ¡Qué voy a hacer! No puedo vivir sin las bibliotecas de color de Pantone completas. ¿Por qué debo pagar por ellas, si antes no funcionaba así? 😞
5. Aceptación: bueno, de todas maneras, esos colores estuvieron a disposición durante muchos años. Creo que es justo que cobren un poco más por ello. 🤔
El nuevo orden
¿Qué pasó concretamente? Resulta que Pantone decidió empezar a cobrar una suscripción a los usuarios de Adobe que quieran tener todos los colores de las bibliotecas de Pantone en las aplicaciones de la suite: Photoshop, Illustrator e Indesign.
La noticia cayó como un baldado de agua fría en la mayoría de usuarios, pues los colores Pantone siguen siendo un recurso necesario para el trabajo de creativos y diseñadores gráficos que utilizan esta herramienta, ya que permite incluir tonalidades extremadamente específicas.
“Si un proyecto impreso requiere una tinta especial, debo sumarla a la cotización o simularla y darle el código Pantone al impresor para que lo aplique”
Entonces, quien quiera seguir disfrutando estas ventajas, debe pagar una suscripción al plugin Pantone Connect de 15 dólares mensuales o 90 dólares por el año.
En nuestro medio también tenemos opiniones al respecto. Por ejemplo, la diseñadora gráfica Jimena Caycedo, con más de 20 años de experiencia, ha encontrado, en su mayoría, reacciones negativas con la noticia, porque además de pagar la suscripción a Adobe, hay que sumar el costo del plugin que da derecho a usar todos los colores de las bibliotecas.
“En mi caso no veo necesario pagar el plugin porque cada vez hago menos trabajos impresos y más digitales. Sin embargo, si un proyecto impreso requiere una tinta especial, debo sumarla a la cotización o simularla y darle el código Pantone al impresor para que lo aplique”, reflexiona.
En el mundo, el cambio no ha sido recibido con optimismo. De hecho, las protestas de la comunidad del diseño en redes sociales han hecho bastante ruido, pues este nuevo rubro supone un obstáculo que disminuye los ingresos de los creativos.
¿Y qué pasa con nosotros? En Especial Impresores, como empresa de litografía e impresión de Medellín, nuestro core está precisamente en las piezas impresas, en nuestras tres líneas de negocio: Empaques, Publicomercial y Editorial. Por ello, “seguimos actuando con recursividad y contamos con las herramientas necesarias para garantizar a nuestros clientes la mejor calidad en nuestros productos”, como asegura Felipe Alarcón, Analista de Preprensa de Especial Impresores.
Y a ti, ¿te afecta esta decisión de Pantone? ¿Qué opinas al respecto? Déjanos tu comentario.
